Tarde o temprano, la persona que decide lanzarse al mundo emprendedor, acaba por darse cuenta de que de todas las habilidades que necesita para gestionar su negocio, las financieras no sólo son las más importantes, sino probablemente aquellas en las que se encuentra menos versado. Por este motivo, y sin ánimo de profundizar en un tema tan delicado como son las finanzas de empresa, si nos permitimos dar 6 consejos financieros básicos para los que están dando sus primeros pasos.
1. Diversifica tus fuentes de ingresos
Cuando decidimos emprender una aventura empresarial en solitario, debemos considerar la opción de contar con varias vías de ingresos con el objetivo de reducir el riesgo. Es decir, incluso dentro de nuestro mismo sector, el clásico “no pongas todos los huevos en la misma cesta” cobra hoy en día más sentido que nunca.
Un actitud emprendedora sana es aquella que siempre se pregunta sobre cómo puede generar nuevas vías de ingresos, explora dónde se encuentra la última oportuidad y, sin apartarse del core de su negocio, entiende que los ingresos “laterales” pueden salvarle en más de una ocasión.
2. Cada compra, examinada con lupa
Cualquier autónomo o pequeña empresa sabe desde el principio que debe adaptarse a una economía de crisis, por lo que el ahorro de costes debe ser uno de sus principales “mantras”.
En este sentido, antes de hacer cualquier compra (tanto para nuestra vida profesional como en el ámbito personal), debemos preguntarnos si lo que queremos, se corresponde con lo que necesitamos. Una buena forma de conseguirlo es someter a nuestra lista de compras impulsivas a una “cuarentena” (pueden ser dos semanas, un mes, etc.). Finalizado el periodo tendremos la mente más “despejada para determinar” si realmente necesitamos realizar una compra determinada.
3. Evita los números rojos
La mayoría de las pymes que fracasan, lo hacen ahogadas en un mar de deudas. Por este motivo, cuanto antes seamos capaces de enfrentarnos a las nuestras y antes las paguemos, mejor nos irá como empresa.
Las deudas coartan nuestra libertad, y nos impiden encarar nuevos proyectos. Si somos capaces de avanzar pagando nuestras deudas a tiempo, sin retrasos, sin acumular crédito e intereses, estaremos en el camino de la viabilidad. Conseguirlo es “sencillo”: ganar más o gastar menos.
A muchos puede parecerles una utopía, pero si echamos la vista atrás, descubriremos que no hace tanto tiempo, los negocios funcionaban prácticamente “al día”, sin estar ahogado en un crédito infinito.
4. La buena línea de crédito
Indudablemente este punto puede parecer contradictorio con el anterior, pero lo cierto es que como todos nuestros lectores saben, el crédito sigue siendo una necesidad básica para muchas empresas.
Sin embargo, acordado este punto, es importante distinguir entre un mal y un buen crédito. Pese a que las pymes españolas cada vez tienen más dificultades para acceder a la financiación, y muchos bancos dificultan el acceso al crédito, a veces es preferible explorar otras vías antes de alcanzar un “acuerdo” que claramente nos perjudica.
5. Un fondo para emergencias
Una de las formas de asegurar nuestra supervivencia a medio plazo es ser conscientes desde el primer momento, que lo peor y lo imprevisto puede golpearnos cuando menos lo esperamos.
En este sentido contar con un “fondo para emergencias” desde el primer momento, puede ayudarnos a superar con más holgura esos momentos en los que parece que nada nos sale bien.
6. Intenta pagar lo menos posible a la Administración (siempre que sea legalmente posible)
Como seguramente muchos habrán intuido ya, cuando hablamos de ahorrar, nos referimos siempre a hacerlo sin quebrantar ninguna ley. Pero como empresarios deberíamos conocer al dedillo que subvenciones podemos solicitar, bajo qué condiciones nos resulta más barato contratar personal, que ayudas nos ofrece nuestra comunidad autónoma, qué podemos deducirnos, etc.
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